Los sueños de Mallarmé
Por: Brígida Tobón
Difícil de creer que Fauno, dios de los campos y los bosques, y considerado como una deidad profética que revelaba el porvenir por medio de voces o a través de sueños, le haya vaticinado a Stéphane Mallarmé mientras escribía su poema «La siesta de un fauno. Égloga» que un día este sería representado como una pieza de danza, en forma virtual y en medio de una pesadilla llamada pandemia.
De seguro tampoco le presagió que ciento veintidós años más tarde de su muerte ese mismo poema sería la base de un espectáculo llamado Somiglianza, el cual vendría a ser presentado en un país remoto, en el marco de la novena edición de PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá 2020.
No fue profetizado, pero sucedió…
En la noche del sábado 17 de octubre, la compañía española KOR’SIA puso sobre el escenario virtual de PRISMA su obra Somiglianza. Con ella hace un alegre tributo a la mítica creación de Vaslav Nijinsky , uno de los ballets modernos más reconocidos: La siesta del fauno, estrenado en 1912.
Antonio de Rosa y Mattia Russo son dos coreógrafos y bailarines napolitanos que residen en Madrid, donde en 2015 crearon, junto a Giuseppe Dagostino, la compañía KOR’SIA. Este colectivo «surge de la necesidad de utilizar el cuerpo para comunicarse, y hacerse visibles como creadores e intérpretes». «Los tres exudan una urgencia interior por explotar un lenguaje, el del cuerpo, que trasciende los límites de la comunicación verbal; aprovechan elementos de cine, fotografía, literatura, entre otros, para sus creaciones».
A partir de una expresión escénica muy personal y original, KOR’SIA con sus bailarines Claudia Bosch, Astrid Bramming, Elena Castellanos, Giulia Russo y Alejandro Moya, logra unir iconografía clásica con el universo onírico de la mitología. Contrapone ironía con glamour y elegancia y crea pequeños cuadros fotográficos que van contando la historia de un fauno y sus relaciones con cuatro ninfas que no sabe si ha encontrado en el bosque o las ha soñado.
Durante los 16 minutos que dura el espectáculo, la danza se regodea en sensualidad y sexualidad, que se logra no solo por las imágenes hermosas y explícitas sino también por la combinación de elegancia y poesía que les son inherentes. Es frecuente que las secuencias de movimiento y los cuadros fijos recuerden pinturas como «La primavera» de Botticelli o «Las tres edades de la vida» de Tiziano, e incluso algunas esculturas de Bernini o de Antonio Canova.
La obra se inicia con un fauno dormido en tierra mientras una ninfa deposita a su lado una corona de flores blancas y una capa de encajes. Después, la danza vibra, los cuerpos se contraen y se alargan, siempre unidos por un roce o un apéndice del cuerpo. Es el complemento óptimo, lo cóncavo con lo convexo, lo vertical con lo horizontal. Todo es lento y sutil, el baile con sus momentos clásicos y hasta las insinuaciones de breakdance que por un instante hace el fauno en uno de sus solos. Él juega con ellas, las desea, se une y se desliga de sus insinuaciones; él recoge el velo y la corona de flores que una de ellas ha dejado caer.
«Aunque el performance conserva el argumento del poema original y parte de la música de Debussy, tanto el fauno como las ninfas se alejan del prototipo mitológico», consignan las notas virtuales de programa. Los vestidos de los personajes se alejan de lo imaginado. El fauno se personifica a través de una capa de encaje blanco y una corona que emula unos cuernos; y las ninfas, ataviadas con mallas de baño en un verde-azul brillante, parecen más bien listas para una competencia de gimnasia rítmica.
La música de Syrinx y L’après-midi d’un faune, de Claude Debussy, es una composición impresionista que acompaña toda la pieza. Es un poema sinfónico de 1894, interpretado por una orquesta compuesta por dos arpas, flautas, oboes, clarinetes, trompas, crótalos y un corno inglés.
No sabemos a ciencia cierta cuales fueron los sueños de Mallarmé, pero lo que el «fauno con su siesta» sí le posibilitó fue trascender en lo sublime del arte y ser parte de la historia de la literatura y la danza universal.
FICHA TÉCNICA
País: España
Categoría: Compañía Invitada
Duración: 15 minutos
Coreografía: Mattia Russo y Antonio de Rosa
Música: Claude Debussy
Diseño de Vestuario: Vanesa Soria Lima y Betto García
Técnico: David Roldán
Producción: Gabriel Blanco (Spectare)
Distribución: Celia Zaragoza
Intérpretes: Claudia Bosch, Astrid Bramming, Elena Castellanos Sánchez-Mellado, Giulia Russo, Alejandro Moya.
Créditos fotografía: ©KOR’SIA
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