Energética, creativa, atrevida y con buen sentido del humor; así podría describir a la actriz, bailarina y directora de CIA. Mar Gómez, entre otros apelativos que bien podrían calzarle.
Quien en 1992 fundara en Barcelona la muy reconocida compañía que lleva su nombre nos presentó Siempreviva, una obra recién salida del horno, una historia de supervivencia y liberación, en el marco de la novena edición de PRISMA-Festival Internacional Danza Contemporánea de Panamá, que este año hace su travesía por el vasto océano de la virtualidad.
A partir de las 8 de la noche del jueves 15 de octubre de 2020, esta pieza ocupó por 55 minutos (extensibles a 24 horas) las pantallas de nuestros dispositivos, con el primer «solo» de la artista, en el que no estuvo sola, o estuvo tan sola como se está en algunas relaciones.
Y es esta una de las primeras alegorías sobre la muy común situación en que existe un marido que parece que no estuviera ahí, cual fantasma que habita sin estar.
Ahora, no cabe duda de la presencia escénica del actor en su personaje de marido ausente, valga la paradoja; pero jamás en competencia con el personaje encarnado por Mar. Su bandoneón es la única cosa que despierta el espíritu de aquel cuerpo reflejo de hombre, en una puesta en escena donde la música de este instrumento acompaña en vivo, intercalada con el recurso de canciones y melodías pregrabadas, los desplazamientos dramáticos de la bailarina.
Una de las características que suele resaltar las composiciones de esta especialista de las artes escenográficas se mantiene en el presente trabajo: su narrativa, que consigue envolvernos y atraparnos, al marcar gestualidad y físico en escena; a través de lo cual se expresa claramente con elementos de danza contemporánea y muestras delicadas de ballet.
Siempre fiel a su estilo personal, se hace acompañar de una escenografía en movimiento gracias a un trabajo de dirección de cámaras, planeado y diseñado con una gran estética visual. Nos ha llevado a recorrer aquel escenario de cálidos colores, con una iluminación que nos ha permitido adentrarnos y ver sus movimientos de mandíbula y cuerpo; la fortaleza del personaje colgando de un brazo, o llenándose de toda la porquería sexista, obligada a comer en silencio, como muchas mujeres lo hacen por temas culturales y prejuicios sociales.
Siempreviva es una planta sobreviviente a una actualidad innegable, que entre chiste y chiste reclama y pelea realidades que suelen callarse, o son masticadas calladamente. Aquí se exponen y se sufren; pero, con el fundamentado rigor de la parodia, se difuminan, y luego se tejen entre nubes de sueños que se arrastran, en un espacio cerrado, en soledad.
Entre bolero y tango, casada con una radio que es compañera y amiga, refugiada junto una ventana testigo de su íntima vida compartida, la actriz y bailarina habla consigo misma, y esa voz que habla se vuelve ángel y demonio y la invita a rezar un padrenuestro tergiversado a conveniencia. Mas esto no evita que incluso ella misma a ratos abuse y se robe esa intimidad que el hombre del bandoneón no le da, porque está vacío y es incapaz de aceptar la luz que ella le ofrece.
País: España
Categoría: Compañía Seleccionada
Duración: 60 minutos
Producción: Cia. Mar Gómez
Dirección: Mar Gómez
Ayudante de dirección: Xavier Martínez
Intérpretes: Mar Gómez y Marcelo Mercadante (músico)
Locuciones radiofónicas: Elisenda Roca
Escenografía: Laura Clos Caturla ‘Closca’
Vestuario: Carlota Masvidal
Iluminación: Jaume Ortiz
Fotografía: Fernando Prats
Producción ejecutiva y distribución: Marta Riera
Comunicación y asistencia a producción: Carlota Masvidal
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