miércoles, 14 de octubre de 2020

un LINKt de poder

Fotografía: Sherrie Nickol
 

I

LINKt: esa búsqueda por la justicia

Por: Paulette Guardia

Cuando el activismo coexiste con el arte, todo tiene más sentido. Y es el activismo el ingrediente crucial que narra por medio de un lenguaje corporal la pieza de video danza LINKt, estrenada en Panamá el martes 13 de octubre de 2020, durante la novena edición (y versión virtual) de PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá.

La pieza ha sido conceptualizada, interpretada y coreografiada por Joy Marie Thompson y Sherah Shipman, ambas bailarinas independientes de danza contemporánea y egresadas de The Conservatory of Dance at SUNY Purchase, cuyos caminos se cruzan una vez más para generar una reacción de este distópico mundo, en esta puesta que no solo es un deleite visual, sino también una protesta social.

LINKt es un vínculo o una brecha... Es dos mujeres: una negra y una blanca, ligadas por una banda elástica prendida a sus cinturas, que demuestra la lucha por las diferencias de privilegios.

No es inusual el uso de objetos potentes en los trabajos de Thompson y Shipman, como es el caso de la pieza TONGUE TIED SHREWS (2018), en la cual ambas bailarinas danzan sujetando con sus bocas una banda elástica más pequeña.

En la primera parte de LINKt, ambas bailarinas visten de blanco, una adaptación moderna de la vestimenta de la época victoriana, que complementa perfectamente con la locación donde se lleva a cabo la obra: techo alto, ventanales amplios, ladrillos grandes blancos y cremas sugieren perfectamente el contexto histórico y social.

A través del virtuosismo de su técnica, los cuerpos cuentan la historia de una pugna de poder. Cuerpos esculpidos y tan elegantes que desatan una serie de poesía visceral a través del objeto que las une. Se percibe el dolor y el conflicto de identidad entre la mujer negra y la mujer blanca; pero no solo por los gestos y la fisicalidad, sino también por los suspiros de desesperación que se integran como parte de una música minimalista que acompaña la puesta. Inesperadamente, por momentos los roles se cambian, lo que pareciera apuntar hacia un esperanzador final; en otros, se convierten en una sola mujer.

La mujer negra se libera del vínculo opresor. Sin embargo, el objeto que las unía pasa a ser en la segunda parte del video el símbolo de la injusticia y la represión que por años, tras la emancipación y lucha por los derechos civiles, han marcado a la población afrodescendiente. Thompson aparece con la liga enredada en su cabeza, y se puede percibir su clara protesta contra la supremacía blanca y el abuso policial, para lo que quizás ha tomado como referencia el caso de George Floyd. Se nota en este punto una variación en el tempo de la danza; los movimientos son más lentos y escultóricos. Las bailarinas, que en esta segunda parte visten llamativos leotardos anaranjados, alargan los momentos, sostienen posturas intensas que ayudan a que el espectador se introduzca aún más en la escena y sea partícipe de esa búsqueda por la justicia.

Confrontar la realidad de cómo el privilegio afecta a la gente, cuenta Thompson, es el mensaje que quiere transmitir con su obra, cuestionando, a su vez, raza y género. Y es en el final de la pieza, que cierra tan potentemente, donde su mensaje se transmite alto y claro. Las dos bailarinas proyectan y prolongan una escultura monumental en la que Shipman, recostada en el piso, sostiene con su pie la mano de Thompson, que sentada y cabizbaja busca cómo levantarse, cómo librarse del ahogo, cómo asegurar un futuro sin racismo.


Un retrato del pasado, reflejo del presente

Olympia, de Edouard Manet, es la imagen con la que inicia LINKt. Olympia, una mujer blanca, aparece desnuda, acostada, mientras una mujer negra, su esclava, le trae flores. El cuadro fue pintado en 1863, 15 años después de la abolición de la esclavitud en Francia. Aún así, la gente negra siguió siendo estereotipada y reprimida. Aunque ya han pasado 157 años, y se han logrado avances históricos importantes, queda en evidencia que todavía falta justicia y hermandad.


Para más información: www.linktthedancefilm.com
#blacklivesmatter




II

Atadas a la noche sin estrellas

Por: Brígida Tobón

Desde hace ciento cincuenta y siete años, una criada espera para entregarle a «Olympia» un ramo de flores en la pintura del impresionista Édouard Manet. La esclava negra observa a su ama blanca, con la timidez que inoculan las cadenas, mientras esta reposa desnuda, sensual y desafiante sobre sábanas níveas, que, por voluntad del pintor, también acogen a un gato negro casi invisible.

Con esta imagen que confronta el universo de lo blanco con lo negro comienza la obra LINKt. La mirada de la criada del óleo se une al presente en la negra mirada de una bailarina que deja ver la resolución y la valentía adquirida por una raza en más de un siglo de lucha y reivindicaciones. Ella mira al espectador inquisidora, lo increpa mientras carga en sus brazos a una bailarina blanca quien, desvanecida, completa la efigie de lo que podría verse como una «Pietà» a la inversa.

La pieza presentada en la cuarta noche de PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá 2020 es una creación interpretada y codirigida por las americanas Joy-Marie Thompson y Sherah Shipman, bailarinas egresadas de The Conservatory of Dance at Suny Purchase en la ciudad de Nueva York.

La temporalidad de la obra está edificada sobre dos tiempos claramente perceptibles por el cambio del vestuario y por la coreografía:

En el primer momento, las bailarinas vestidas de blanco, con prendas que se asemejan a la ropa interior de la época colonial, danzan atadas por el dorso con una liga naranja; mientras susurran a través del movimiento de los cuerpos, a veces unidos y otras separados, los vínculos entre mujeres interraciales, que desembocan en relaciones de poder, de codependencia, de dominación, de impotencia. Ellas danzan los abrazos y las distancias al compás de una respiración agitada, de una música lacerante y minimalista que se repite con estridencia para que ellas caigan y se levanten, para que se igualen y se enfrenten, para que se superpongan y se distancien, para que corran en círculo conservando su identidad de polos opuestos. Por momentos, las secuencias de danza son coordinadas y repetitivas, mostrando que lo femenino puede ser tan brutal como delicado.

Ataviadas con trusas anaranjadas iridiscentes y ya liberadas del lazo que las condena a ser siamesas, en el segundo momento cada una baila un solo para contar su propia historia de opresión y liberación. Mientras una de ellas baila, la otra, muy lento, enarbola el látigo-cadena. Hay relevo. Mientras la otra baila, una de ellas entierra su cabeza entre el enjambre de la soga-horca.

Es claro, entonces, que el vestuario, algo tan femenino, y los elementos escénicos se plantean como otro hilo narrativo, con el que se teje la cronología de la inexorable dominación y confrontación racial, perpetuada a lo largo de los tiempos, y que se resiste a desaparecer en la actualidad.

El espacio donde sucede el espectáculo está enmarcado por paredes de ladrillo y por ventanas ciegas que brillan pero que no reflejan. En la atmósfera del escenario vacío flotan las características de una basílica inmensa, que empuja al espectador a un total recogimiento; de manera que no altere el mensaje ni la percepción de lo que se transmite. Y por si acaso queda alguna duda, o un instante de extravío, el piso, que es espejo, duplica la imagen de dominación y de sumisión que es ahora danza.

La música extradiegética compuesta por Sadie Powers para esta obra fue creada después de la coreografía, sin que ello impidiera un ensamblaje perfecto. La partitura está escrita sobre un pentagrama de inhalaciones y exhalaciones, de sonidos afilados que torturan con la misma intensidad de la discriminación racial. Y esto es acorde al mensaje social que contiene el performance, el cual busca visibilizar los privilegios que tienen algunas «razas».

Al final, lo único que LINKt pretende es cincelar en el corazón del público lo dicho por Martin Luther King: «La humanidad no puede continuar trágicamente atada en la noche sin estrellas del racismo y de la guerra».

FICHA TÉCNICA

País: EE.UU.
Categoría: Compañía Seleccionada
Duración: 14 minutos
Concepto / Coreografía: Joy Marie Thompson, Sherah Shipman
Intérpretes creadores: Joy-Marie Thompson, Sherah Shipman
Créditos fotografía: Sherrie Nickol


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Cuerpos y violines en la hora cero


fotografía: Jim Cole


Lamento de cuerpos y violines en la hora cero

Por: Brígida Tobón

Un hombre mira más allá de la ventana y contempla, entre el verde, el reflejo del misterio. Él mira, mientras nosotros, público virtual, lo acechamos. Lo acechamos esperando aquello que ha de confesarnos... Detrás de la ventana, él reposa sentado sobre los hombros de otro hombre, para en segundos desatar un carrusel de sensaciones.

Estas imágenes dan inicio al espectáculo «Like Those Playground Kids at Midnight», que presenta, en la cuarta noche de PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá 2020, la compañía de danza Boca Tuya.

La agrupación, proveniente de Estados Unidos y con sede en Nueva York, fue fundada por el director artístico y coreógrafo Omar Román De Jesús, «con el propósito de generar empleo para artistas de la danza que entienden que tenemos responsabilidad de movilizar a nuestra comunidad hacia un futuro más compasivo», como explica para PRISMA en la proyección on-line de la obra.

El performance se desarrolla en un neurálgico salón renacentista donde solo anidan libros empolvados con olvido. Es como si el coreógrafo quisiera gritar con esa imagen de espacio casi vacío que lo relevante en la pieza que está a punto de presentar es la existencia, el interior del personaje que baila su sexualidad, su ternura, su miedo, su tesón, su enigma.

Los bailarines Jan Spring y Omar Román De Jesús van posesionándose de la escena al ritmo de un silencio inicial que se transforma en sonido de olas, en carcajadas de hienas, en el viento que susurra, que va en crescendo hasta transmutarse en el lamento del violín de Gidon Kremer, quien, interpretando «Buenos Aires hora cero», hace un homenaje a Astor Piazzolla.

Como si esto no bastase para que los bailarines, vestidos de blanco y negro, entrelacen sus cuerpos, vuelen como plumas, repten, se repelan cual fieras en combate, llega Allie Kronick, de manera anónima, para unirse a la danza con su zapateo, y entonces el tap-metrónomo marca el tiempo del amor y del desamor, al compás de un bandoneón que fortifica el tango, mientras gime.

Omar Román De Jesús lo dijo: «nuestro mundo es una guerra, y nuestros corazones, un campo de batalla adornado con fantasías interminables. Like Those Playground Kids at Midnight presenta una relación de largo tiempo, una conversación poética sobre las complejidades del compañerismo».

Durante el breve espectáculo los bailarines dejan ver su fuerza física, su gran técnica dancística, pero también la sensualidad profunda que encierra cada gesto, cada movimiento. Ellos danzan inmersos en la historia que quieren contar; una historia esculpida con los retazos de vulnerabilidad y de fortaleza que habitan en el adentro y en el afuera de las relaciones de los seres humanos.

Un puñal de violín rasga el movimiento para anunciar el fin. El viento que busca la circularidad de la composición sonora se diluye en su fallida ínfula de huracán y la cortina es cerrada con el tap-tap que marca el tiempo. Porque no hay nada más que ver. Porque en la fugacidad de seis minutos todo ha sido dicho. Ya no hay misterio.

FICHA TÉCNICA

País: EE.UU.
Categoría: Compañía Seleccionada
Duración: 6:30 minutos
Concepto / Coreografía: Omar Román De Jesús
Créditos fotografía: Jim Cole



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martes, 13 de octubre de 2020

Arbórea desde el jardín botánico de Helsinki


Créditos fotografía y video: Jouni Ihjalainen


Naturaleza alrededor

Por: Félix Ruiz Rodríguez

Corría el año 2016. En el jardín botánico Helsinki City Winter Garden (Helsinki, Finlandia), estaban tres mujeres diferentes en origen pero unidas por las cuerdas y la danza aérea. Cuatro años después, el producto de ese encuentro nos ha llegado de manera virtual en la tercera noche de proyecciones de PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá 2020.

Arbórea es el nombre de la pieza «site-specific», creada por Eleonora Dall’Asta, Ana María Suárez e Illona Jäntti. La propuesta se convirtió desde su concepción en una caricia del trópico en la frialdad escandinava; pero, al mismo tiempo, representaba el recuerdo del hogar, del sentimiento de danzar entre árboles y plantas que, al igual que ellas, estaban lejos de casa. Al menos así lo dejó ver Suárez, al hablar sobre su experiencia.

Este montaje aéreo, de 30 minutos de duración, se fue construyendo con las formas, los colores y el clima de un lugar repleto de palmeras, árboles y cactus, que permanecía encerrado entre paredes de vidrio y que, a su vez, los separaba de los diez grados bajo cero del exterior.

Por su parte, Dall’Asta, una italiana radicada en Panamá, manifiesta que Arbórea fue un descubrimiento sobre «habitar los espacios», que incluso la ha llevado a explorar y conectarse con la danza aérea a través de distintos procesos creativos, entre estos la improvisación. «Aunque (Arbórea) era un material construido, fue la primera vez que me inspiré y me dejé llevar por mi entorno, por las miradas, por todo lo que me rodeaba», dijo.

Son muchas las imágenes que saltan a la vista al ver Arbórea: en algunos momentos pareciera que apela a la animalidad primitiva de la especie, que como siempre pende de una cuerda o de un hilo; en otro instante se ve a un grupo de humanos de expedición, observando a otros humanos en su hábitat natural; en ocasiones también parece un zoológico o un mariposario, que con su majestuosidad y virtuosismo siempre terminan cautivando hasta al más frío y desinteresado de los espectadores.


La maestra, la monja tibetana, la hechicera suprema

La danza área se caracteriza por requerir de mucha fortaleza física y mental -hasta espiritual- para poder cumplir con las agotadoras rutinas; por lo que, ocasionalmente, puede percibirse cierta rigidez y limitaciones en el movimiento del bailarín (lo que también dependerá de la experiencia y formación del artista) al momento de expresarse. Sin embargo, un momento altamente mágico en Arbórea fue la rutina en la sala de los cactus desarrollada por Eleonora Dall’Asta.

La maestría, fluidez y presencia etérea de la artista la hacían ver como si fuera una maestra de las artes místicas, una monja tibetana o la hechicera suprema (a lo marveliano), que con sus ropajes en tonos ocres sobrevolaba las cactáceas. Al tiempo que la música de percusión, ejecutada por la reconocida percusionista finlandesa Pauliina Kauppila con ese toque de meditación, se mezclaba con la algarabía de los niños y los murmullos de los adultos.

«Me inspiré en cómo, cada día, en ese salón, veía algo crecer», recordó sobre este fragmento Eleonora.

Habría que aplaudir, también, el gran trabajo de partnering aéreo que hicieron las creadoras de esta pieza. Dos momentos fueron destacables: el dúo Ana/Eleonora y, al final, el trío con Illona. Ellas son Arbórea, una mirada a la coexistencia.

Es la primera vez que la obra es mostrada en Latinoamérica y la primera vez, de manera virtual, en Finlandia.

FICHA TÉCNICA


País: Panamá / Finlandia

Categoría: Compañía Seleccionada

Duración: 30 minutos

Concepto / Coreografía: Eleonora Dall’Asta, Ana María Suárez

Intérpretes creadores: Eleonora Dall’ Asta, Ana María Suárez, Ilona Jäntti

Música: Pauliina Kauppila

Créditos fotografía y video: Jouni Ihjalainen

Patrocinador: IBERESCENA

Agradecimientos: Hilkka Pynnönen, Aija Nieminen, Pekka Savolainen, Frans Karkkimaa

Estreno: 26 de febrero de 2016, Helsinki City Winter Garden
(Jardín de Invierno, Jardín Botánico), Helsinki, Finlandia



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videoarte en PATACóN

 Foto: Ricardo Linero Ledezma



I

A la sombra de los gallinazos crece la danza

Por: Dionisio Guerra

El patacón, pieza frita y aplastada de plátano verde, es una de las bases de la gastronomía panameña. Pero, aunque estos bocadillos gozan de un alto aprecio entre la colectividad, en 1986 el concepto se usó para denominar al nuevo vertedero de basura de la ciudad de Panamá.

Cerro Patacón, como se nombró al relleno sanitario, adoptó este nombre que se haría regular en el día a día de los locales, y en poco tiempo se convertiría en sinónimo de acumulación de basura e inmundicia.

En la versión 2020 de PRISMA–Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá, esta palabra está reclamando otro significado que, aunque se separa de los planteados anteriormente, se propone como una mezcla, mejor dicho, una remezcla de todos ellos.

PATACóN, por su parte, es un colectivo artístico multidisciplinario creado por la bailarina brasileña Carolina Figueiredo y el artista panameño Ricardo Linero Ledezma, que nace como respuesta al fallecimiento de Andy Menguisana a causa de complicaciones al bañarse en un río contaminado por el Cerro Patacón, y desde entonces buscan llamar la atención sobre problemas ambientales y sociales a través de su arte.

Para la novena edición de PRISMA, PATACóN vuelve al vertedero para mostrarnos «yo- ellxs-nosotrxs», una pieza de videoarte que traslada a la pantalla las frustraciones resultantes de la acumulación, deterioro y permanencia de los desechos que generamos y que siguen sin transformarse para usos útiles.

«yo- ellxs-nosotrxs» es un recorrido por el ciclo de vida de la basura que va encontrando su camino a pesar del mundo que quiere excluirla; pero a la vez actúa como un llamado de atención sobre el precario manejo que tiene versus el que podría tener.

La obra empieza entre chatarra, vehículos abandonados, hierro viejo y mucha suciedad. Desde allí despierta la curiosidad del espectador, quien indiscutiblemente va a comenzar a hacerse preguntas. Preguntas sobre la obra, preguntas sobre el escenario, preguntas sobre nosotros mismos.

Más adelante, sobre una inmensa montaña de desperdicios, los pasos de baile trazan nuevas interrogantes.

Abrir los ojos ante este escenario nos pone frente a frente con esa otra vida, ese otro mundo que intentamos olvidar, que tiramos a la basura y pensamos que no volvería a dolernos. Poco a poco lo vamos sintiendo más familiar; vamos sintiendo que somos parte: hemos ayudado a construir este montaje por años.

El impacto que genera esta pieza viene dado en su mayoría por los escenarios elegidos. Sorprenden la increíble belleza que producen estos espacios deteriorados y cómo el contexto se hace parte de la puesta en escena: la danza coordinada de los gallinazos, la interacción de sus sombras con la de la bailarina o con bolsas de basura desprendidas en el aire, que vuelven a encontrar un sitio en ese ecosistema hostil.



II

Entro al vertedero

Por: Alex Mariscal

La noche del 12 de octubre de 2020, PRISMA–Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá presentó dos propuestas, una de ellas «Yo, ellxs-nosotrxs». 

Creación de la Compañía PATACóN, bajo la responsabilidad de la brasileña Carolina Figueiredo (coreógrafa y ejecutante) y el panameño Ricardo Linero Ledezma (artista multidisciplinar), «Yo, ellxs-nosotrxs» es un espectáculo de videoarte: puede constatarse a primera vista que se concibió no como el registro de un número de danza, sino como la integración de la narrativa de la cámara y la de una ejecutante.

PATACóN, el colectivo, fue creado a finales del 2017, «como una plataforma multidisciplinaria que utiliza diferentes manifestaciones artísticas para generar diálogos sobre problemáticas ambientales y sociales».

En esta oportunidad, el diálogo que logran en la integración de lenguajes es polifónico y polivalente. La música armoniosa de las cuerdas, así como la excelente fotografía y edición, enfatizan una locación olvidada: basura, fierros herrumbrosos, suciedad, y aves de rapiña acechando al único sobreviviente.

En cuanto a la ejecución de Figueiredo, construye movimientos repetitivos, casi una «gestualidad autista» que evoluciona dentro del espacio, desde el encierro y el aprisionamiento de la chatarra hacia la cima de la montaña. Allí, a cielo abierto, el movimiento se hace más elongado y fluido. La basura aparentemente no la asfixia, pero el paisaje deforestado bajo un cielo turbio y poblado de una bandada de gallinazos que giran en torno a ella nos alerta. 

En este punto no puede evitarse la pregunta: ¿sobrevivirá, o será otro «cadáver exquisito» de nuestra sociedad de consumo?


FICHA TÉCNICA


País: Panamá – Brasil

Categoría: Compañía Seleccionada

Duración: 18 minutos

Concepto/ Coreografía: Carolina Figueiredo, Ricardo Linero Ledezma

Intérpretes: Carolina Figueiredo

Cámara/ montaje: Ricardo Linero Ledezma (somoslarepublica)

Créditos fotografía: Ricardo Linero Ledezma



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lunes, 12 de octubre de 2020

Juegos para activar la imaginación

Foto: La llave maestra
 


Pareidolia: materializando lo inasible

Por: Félix Ruiz Rodríguez

Cuando Dios creó los cielos y la tierra, La llave maestra estuvo allí…

Qué grata sorpresa y espectáculo nos han regalado PRISMAFestival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá y la compañía La llave maestra (una colaboración artística de Chile y España) que hechizó nuestros sentidos con la obra «Pareidolia», durante el segundo día de presentaciones virtuales.

«Pareidolia» fue más que juegos para activar la imaginación, fue -quizás- la poética de las formas. La puesta en escena, que se extendió por 70 minutos, logró materializar lo inasible y concluir con la metáfora de la vida absorbida por el buzón del tiempo.

Jeff Hawkins, en su teoría de memoria-predicción, explica sobre este fenómeno psicológico (Pareidolia) cómo una imagen es percibida como una forma reconocible. Pero, debo decirlo, lo que La llave maestra nos ofreció fue magia de las cosas. Nos hizo volver a ser niños y permanecer frente a nuestros dispositivos móviles y portátiles con el aliento en pausa y la nostalgia cavilando en el pensamiento.

«Nuestro trabajo es más cercano a la poesía que a la narrativa. Es más una dramaturgia poética que lineal», expresó el chileno Álvaro Morales, codirector de La llave maestra y autor de la pieza, en un conversatorio tras la presentación.


Entretenimiento, creatividad, imaginación

Cuando la programación del PRISMA indicaba que era una obra para verla en familia, no lo hacía solo por mercadeo. Todos deberían ver «Pareidolia».

En la grabación, al fondo, se escuchan las risas de niños, pero más las de los adultos. El hechizo de la aurora boreal que ingresó al recinto, pasando sobre el público hasta introducirse en el escenario, nos hizo a todos iguales, con la misma capacidad para reírnos, crear e imaginar. Nos llevó a la habitación donde la creación es.

Allí vemos de forma espectral cómo un manto luminoso se transfigura en corrientes acuosas y llenas de vitalidad que surcan un firmamento. Luego en olas, y estas nos arrojan a la humanidad en las arenas de la vida.

Sobre el proceso de selección de estas imágenes y conceptos, Morales cuenta que la gran mayoría de las imágenes surgieron de un laboratorio en el que trabajaron con los artistas durante cuatro meses, a los que siguieron cuatro meses más para pulir las escenas. «Fue una investigación del lenguaje. Se buscaba la manera de acercarnos a una creación, darles sentido a los objetos que traían un discurso en sí mismos», señaló.

En este trabajo pudimos ver muchas formas y significados: abrigos/ranas, bolsas/perros, palabras/cuerdas, pantalones/cantantes, una mano sin fin, y el ‘Lago de los Cisnes’ convertido en el ‘Lago de las Avestruces’. Todo esto y más, con un acompañamiento musical y un diseño de luces exquisito.

Definitivamente, «hay que ser como niños para entrar al reino de los cielos».



FICHA TÉCNICA

País: Chile – España
Categoría: Compañía Invitada
Duración: 70 minutos
Concepto / Coreografía: Álvaro Morales, Edurne Rankin
Música: Gorka Pastor
Intérpretes: Edurne Rankin, Mario Espinosa, Max Pertier, Marcela Burgos, Alejandro Nuñez
Diseño de iluminación: Álvaro Morales
Escenario: La llave maestra
Vestuario: Edurne Rankin



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domingo, 11 de octubre de 2020

dos VISIONES de momentum

Foto de Dieter Hartiwg
 Foto: Dieter Hartwig


I

¿Acaso es el hombre un animal de costumbres?

Por: Álex Mariscal

El sábado 10 de octubre, PRISMA–Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá abrió su novena edición con la pieza «momentum», de la cie. toula limnaios. El espectáculo, ofrecido en modalidad virtual y ejecutado por Daniel Afonso, Leonardo D'aquino, Priscilla Fiuza, Alba De Miguel, Alessio Scandale, Hironori Sugata y Karolina Wyrwal, nos intriga por lo empecinadamente reiterativo de sus cortas secuencias, como si la coreógrafa quisiera restregarnos en la cara el concepto encerrado en la frase del inglés Charles Dickens: «El hombre es una animal de costumbres».

Esta compañía, radicada en Berlín y fundada en 1996 por la coreógrafa Toula Limnaios y el compositor Ralf R. Ollertz, ha sido merecedora de importantes premios y, como Embajadora de Danza Alemana del Instituto Goethe y del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores, realiza giras por países de Europa, África y América.

El espectáculo se instala con el motivo intrigante de un hombre que observa o piensa (podría ser que se imagina) a una mujer desnuda y en movimiento dentro de una pequeña refrigeradora, mientras él rueda sobre o sentado a la mesa. Alrededor de estos dos elementos escenográficos, y unos platos, orbitan todas las breves y reiterativas secuencias, la mayoría de ellas en dúos, creadas para esta pieza.

A lo largo de toda la puesta se articularán estas secuencias que se caracterizarán por la composición de variaciones de un solo motivo, hacia una exhaustiva repetición. La pieza está hecha de movimientos sencillos y cotidianos, tales como te atrapo y te desvisto y lo vuelvo a hacer hasta el infinito, o te coloco sobre la mesa y te amaso como la harina de pan, o discrepo y te abrazo, o te alimento o te obligo a comer, aunque ya no quieras. Adicionalmente, como todas las variaciones retornan al objeto mesa, el sentido de las acciones se centra en la convivencia doméstica, en lo más sensible del aprendizaje humano.

Las notas de programa orientan sobre el método coreográfico y sobre la estructura de la pieza. La coreografía se construye para «mostrar, exaltar el núcleo personal y emocional», a través de «Fragmentos autónomos de los pequeños misterios insignificantes de la vida cotidiana».

Al observar el trabajo de Toula Limnaios junto a la música aleatoria y electrónica de motivos simples y repetitivos de Ollertz, sobre todo en esta alargada era de encierro pandémico, surge la pregunta obligada: ¿acaso el hombre puede deshacerse de la rutina? Investigadores de la Northeastern University de Boston (EE.UU.) afirman categóricamente que no.

cie. tousla limnaios nos muestra a través de un excelente y delicioso arte danzario que el hombre siempre va de la cama a la mesa, de la mesa al refrigerador, del amor a la discordia y viceversa. Es decir, que el hombre es un ser que se construye –o se destruye– sin remedio en la aparentemente absurda reiteración de la rutina.



II

Principio de correspondencia

Por: Guillermo Montiel Arrieche


Como es arriba es abajo…

En la inauguración de PRISMAFestival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá 2020, pudimos presenciar a partir de las 8 pm del sábado 10 de octubre, en una especie de loop virtual extendido por 24 horas, la primera pieza titulada «momentum». Lo que nos demuestra, una vez más, cómo las diferentes herramientas tecnológicas hacen posible compartir el espacio de la danza en las actuales circunstancias de aislamiento social.

En esta pieza de la compañía alemana cie. toula limnaios, observamos a cada intérprete en la independencia de sus movimientos y en una obsesión de unirse o separarse del otro.

No se sabe dónde empieza uno o termina el otro en esa coreografía que nos señala que todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.

Presenciamos cómo elementos cotidianos entran y salen de esta danza aleatoria, como con la necesidad de señalarnos un momento específico o momentos comunes de naturaleza pasiva o marcada violencia. En tanto, una voz en off entra y sale entre esa especie de episodios unidos y/o separados.

Como es adentro es afuera…


FICHA TÉCNICA

País: Alemania
Categoría: Compañía Seleccionada
Duración: 60 minutos
Concepto / Coreografía: Toula Limnaios
Música: Ralf R. Ollertz
Danza / Creación: Daniel Afonso, Leonardo D ́ Aquino, Alba de Miguel, Priscilla Fiuza, Daeho Lee, Katja Scholz, Hironori Sugata, Karolina Wyrwal
Diseño de iluminación: Felix Grimm
Escenario / Vestuario: Antonia Limnaios / Toula Limnaios
Asistencia: Ute Pliestermann
Implementación cinematográfica 2017 HALLE TANZBÜHE BERLIN
Cámara / montaje: Walter Bickmann (tanzforumberlin)
Créditos fotografía: Dieter Hartiwg


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